Veíamos entrenar a Ferrero y nos hicimos una foto con él. Un día fuimos a Aqualandia...
Un día normal sería:
Nos despertamos a las 8. Vamos a desayunar y después de ordenarnos la habitación vamos a físico. Corremos 20 minutos, hacemos circuitos varios y nos vamos a comer un bocadillo. Vamos a entrenar, en pista de cemento, pista TechTennis o de tierra batida. También había de hierba, pero yo no la probé. Al terminar el entrenamiento dejaban un descanso antes de comer. Yo me bañaba o jugaba al pin pon o simplemente, descansaba. Después de comer también descansábamos. Yo solía leer un poquito (me leí El Círculo de Fuego y Algo despierta en secreto ), veía la tele... etc. A las 4 y media volvíamos a físico. Hacíamos ejercicios de todo tipo: de fuerza, de coordinación, de reflejos... Comíamos otro bocadillo y entrenábamos. Descansábamos un poco antes de cenar, y después, o nos dejaban libres hasta las 11 u organizaban actividades, como un torneo de padel, voleibol, futbol... A las 11 íbamos a dormir.
Dormíamos en unas cabañitas pequeñas de dos en dos. Yo dormía con un polaco, llamado (malamente escrito) Kristof Palucky.
Allí presenciamos, el día de venir de Aqualandia, cómo Italia ganaba el mundial, y cómo no el cabezazo de Zidane. No vimos la derrota de Nadal en la final de Wimbledon.

Ésta es mi foto con Ferrero.

Aquí con mi grupo de físico. A la derecha, José Luis Molina, el profesor.

Y éste, señores, es el autógrafo de Ferrero.
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