
Este año he repetido experiencia en la Academia de Tenis Equelite. Y, como el año pasado, la experiencia ha sido inolvidable.
Este año mi compañero era cordobés, y no polaco como el del año pasado, así que mucho mejor. Los horarios y los entrenamientos fueron igual que el año pasado (con una palabra basta: intensivos). Y por lo menos la comida estaba buena, no como la del comedor de mi antiguo colegio =S .
Nos hicimos una foto con Guillermo García, que vino el antepenúltimo día (y a mí me firmó un autógrafo en mi librito-en-blanco/diario ) y al día siguiente con Juan Carlos Ferrero.
Ha sido magnífico, se me ha pasado volando, me he puesto moreno, he engordado un kilo, he mejorado muchísimo y he conocido a mucha gente a la que segura y lamentablemente, no volveré a ver, y eso me entristece muchísimo...
También es digno de mención decir que me dieron el premio al más gracioso y a la habitación más ordenada, este último compartido con Edu Carmona, el corbodés al que le olían los pies (no sabéis cuánto).
A todos, a Edu, Axel, Alfonso, Josemi, Christian, Javier y su hermana Nerea (los dos mexicanos que os dije), Jose Luis, Luis, Martín, Álvaro, a las 2 Anas, Celia, Salva, Alberto, David, Jaime, Nacho, Gaston, Daniel, Carl, Leah, Yalda, Mario, y muchísima gente que se me olvida, muchas gracias por haber hecho de esta quincena un recuerdo imborrable. Y mando un saludo a mis profesores, Álvaro (el profe de tenis, argentino, alias boluti) y Francisco Azorín (el profe de físico).
Veremos lo que pasa el año que viene... A los que no os voy a ver, de este año y del pasado, os echaré de menos.

El autógrafo de Ferrero.

De izquierda a derecha, yo, Nacho, Álvaro y Yalda.

La foto con Guillermo (a la derecha); yo, de negro en el centro.

Foto con Ferrero; yo, de negro a la derecha.
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