

añitos recién cumpliditos (yo lo tengo, o tuve, desde hace 1 y medio), apareció muerto en su jaula.
Esto ya se temía, desde que cuando volvimos de vacaciones parecía enfermo. Y así, enfermo, siguió, sin que me dejaran llevarlo al veterinario, hasta que un mes desués, sucedió lo inevitable.
Adiós, Gollo.
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