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miércoles, febrero 28, 2007

XI Concurso de Primavera

Hoy ha sido la 1º fase del XI Concurso de Primavera de Matemáticas, el mismo que yo gané el año pasado quedando entre los 150 mejores de España, recibiendo como premios entre la primera y la segunda fase un CD de Amaral (Pájaros en la Cabeza); el libro "El Círculo de Fuedo", de Marianne Curley; una pluma; una antena para oír a distancia; unos "logiblocs" (una cosa rara); un diploma con mi nombre y el símbolo de la Universidad Complutense en relieve; un libro con los problemas, soluciones y explicaciones de la 1º y 2º fase del Concurso del 2005 de todos los niveles; y, por último, el reconocimiento de la directora del Felipe II, que cada vez que me ve me presenta a todos los que están cerca diciendo: "Este chico está entre los 150 mejores de España", que, ojo, no es poco (y por cierto me lo ha hecho unas 3 veces).
Pues hoy durante las dos primeras horas de clase he ido a la primera fase de este año.





De las 25 preguntas (una acertada=5 puntos; una fallada=0 puntos; una en blanco=0 puntos) dejé tan sólo 2 en blanco, una de las cuales podría haber respondido pero fue... un "lapsus".
De momento no sé cuántas acerté ni cuántos puntos saqué, pero la verdad es que el examen me salió realmente bien, mejor de lo que pensaba. Incluso saqué más puntos que en la segunda fase del año pasado (96). En la primera no sé cuánto saqué.

miércoles, febrero 14, 2007

Feliz San Valentín

¡Feliz San Valentín a todos! Espero que disfrutéis de este bonito día.


Every night in my dreams
I see you. I feel you.
That is how I know you go on.

Far across the distance
And spaces between us
You have come to show you go on.

Near, far, wherever you are
I believe that the heart does go on
Once more you open the door
And you're here in my heart
And my heart will go on and on

Love can touch us one time
And last for a lifetime
And never go till we're one

Love was when I loved you
One true time I hold to
In my life we'll always go on

Near, far, wherever you are
I believe that the heart does go on
Once more you open the door
And you're here in my heart
And my heart will go on and on

There is some love that will not
go away

You're here, there's nothing I fear,
And I know that my heart will go on
We'll stay forever this way
You are safe in my heart
And my heart will go on and on




miércoles, febrero 07, 2007

Mini-chistes absurdos - Pruebas de que la raza humana se dirige inexorablemente hacia la estupidez

Aquí van algunas instrucciones auténticas que aparecen en las etiquetas de diversos productos de consumo:

·En una caja de jabón Dove,
INDICACIONES: UTILIZAR COMO JABÓN NORMAL.
(Algo absurdo, ¿no? ¿Cómo se utilizan los no-normales?)

·En algunas comidas congeladas Findus:
SUGERENCIA PARA SERVIR: DESCONGELAR PRIMERO.
(Pero sólo es una sugerencia...)

·En el postre Tiramisú marca Savory (impreso en la parte de abajo de la caja):
NO DAR LA VUELTA AL ENVASE.
(¡Demasiado tarde!)

·En un paquete de una plancha Rowenta:
NO PLANCHAR LA ROPA SOBRE EL CUERPO.
(Sin comentarios)

·En un jarabe contra la tos para niños:
NO CONDUZCA AUTOMÓVILES NI MANEJE MAQUINARIA PESADA DESPUÉS DE USAR ESTE MEDICAMENTO.(Supongo que también dará positivo en los controles de alcoholemia)

·En un cuchillo de cocina coreano:
IMPORTANTE: MANTENER FUERA DEL ALCANCE DE LOS NIÑOS Y LAS MASCOTAS.
(Menudas mascotas tendrán que tener los coreanos...)

·En una tira de luces de Navidad fabricadas en China:
SÓLO PARA USAR EN EL INTERIOR O EN EL EXTERIOR
(Ojo, única y exclusivamente...)

·En un paquete de frutas secas de American Airlines:
INSTRUCCIONES: ABRIR EL PAQUETE, COMER LAS FRUTAS SECAS.
(Uff, ¡gracias!)

·En una sierra eléctrica sueca:
NO INTENTE DETENER LA SIERRA CON LAS MANOS O LAS PIERNAS.
(No lo había pensado)

·En la caja de un televisor Wauta TV340:
ANTES DE MIRAR UN PROGRAMA ENCIENDA EL TELEVISOR.
(Craso error. ¿No debrería enchufarse primero?)

·En el manual de un teclado RAZOR Keyboard XP:
SI SU TECLADO NO FUNCIONA, ESCRÍBANOS UN E-MAIL A: TECH@RAZOR.COM
(¿Cómo escribo el e-mail? ¿Con señales de humo?)


Supongo que próximamente los clips, los post-its, los folios y las tijeras vendrán con instrucciones.

domingo, febrero 04, 2007

Pour que tu m'aimes encore


J'ai compris tous les mots, j'ai bien compris, merci
Raisionnable et nouveau, c'est ainsi par ici
Que les choses ont changé, que les fleurs ont fané
Que le temps d'avant, c'était le temps davant
Que si tout zappe et lasse, les amours aussi passent

Il faut que tu saches

J'irai chercher ton cœur si tu l'emportes ailleurs
Même si dans tes danses d'autres dansent tes heures
J'irai chercher ton âme dans les froids dans les flammes
Je te jetterai des sorts pour que tu m'aimes encore

Fallait pas commencer m'attirer me toucher
Fallait pas tant donner moi je sais pas jouer
On me dit qu'aujourd'hui, on me dit que les autres font ainsi
Je ne suis pas les autres
Avant que l'on s'attache, avant que l'on se gâche

Je veux que tu saches

J'irai chercher ton cœur si tu l'emportes ailleurs
Même si dans tes danses d'autres dansent tes heures
J'irai chercher ton âme dans les froids dans les flammes
Je te jetterai des sorts pour que tu m'aimes encore

Je trouverai des langages pour chanter tes louanges
Je ferai nos bagages pour d'infinies vendanges
Les formules magiques des marabouts d'afrique
J'les dirai sans remords pour que tu m'aimes encore

Je m'inventerai reine pour que tu me retiennes
Je me ferai nouvelle pour que le feu reprenne
Je deviendrai une autre après qui tu soupires
Ces jeux seront les nôtres, si tel est ton desir

Plus brillante plus belle pour une autre étincelle
Je me changerai en or pour que tu m'aimes encore.

jueves, febrero 01, 2007

Cascada

Es un cuadro muy sencillo, aún así, ¿os gusta?


martes, enero 30, 2007

La Paz

Éste es un cuento que he escrito sobre la Paz. Leedlo y dejadme un comentario a ver qué os parece, por favor:



Desde tiempos inmemoriales existe una tradición entre las palomas. Una tradición antiquísima creada por los abuelos de los abuelos de las palomas que viven actualmente. La tradición del día de la Paz.
Todas las palomas de cualquier parte del mundo podían ir al Palomar, un lugar poblado por árboles muy antiguos de todo tipo cuya ubicación exacta se desconoce, para presentarse a la Prueba en la que se elegiría a la paloma que habría de dar la vuelta al mundo portando una ramita de olivo en su pico para comprobar que la paz seguía reinando en el mundo. De no ser así, las palomas arrojarían su rama de olivo para avisar a los hombres de que debían acabar con la guerra. El único impedimento que existía para participar en la Prueba era que el plumaje de las candidatas tenía que ser completamente blanco.
El jurado lo componían los tres Sabios, tres ancianos palomos de color gris que gobernaban en el Palomar: Volador, el más viejo y veterano de todos, que poseía una gran sabiduría y experiencia, puesto que cuando era joven había sido el Elegido para dar la vuelta al mundo en numerosas ocasiones; los otros dos miembros se llamaban Veloz y Rayo, y de su pasado nada se conocía.
Las palomas que pretendían presentarse a la Prueba entrenaban durante todo el año para ser las Elegidas y dar la vuelta al mundo. Pero existía algo para lo que no existía entrenamiento posible: las horribles imágenes de guerra que presenciarían en su viaje. Durante los últimos años las guerras eran cada vez más atroces, y no todas las palomas sobrevivían… Algunas morían en el intento, aterradas por las escenas que presenciaban. Por ello, cada vez menos palomas acudían al Palomar. Tenían miedo… Miedo a la guerra.
Pero aquel año, las guerras habían sido más cruentas que los otros años, y las palomas lo sabían.

Llegó el día de la Prueba. Los Sabios aguardaban la llegada de algún aspirante posados en la rama de un robusto y frondoso árbol que se encontraba en el centro del Palomar, aunque ninguno tenía la esperanza de que llegara nadie. Los tres charlaban sobre sus antepasados, sobre los viejos tiempos en los que no había tantas guerras, y Volador fardaba de las veces que había dado la vuelta al mundo. En su interior pensaban con cierto temor en que aquél podría ser el primer año en el que se rompería la tradición…
Pero no fue así. Cerca del mediodía llegó alguien al Palomar. Una paloma blanca con una pequeña mancha grisácea en la cola, muy segura de sí misma y que había entrenado durante todo el año para ser la Elegida rompía la monotonía del azul del cielo mientras se acercaba volando. Se llamaba Paloma.
Los tres Sabios se sorprendieron al verla aparecer. Se separaron un poco los unos de los otros y esperaron serios y firmes a que la recién llegada se posase en una rama del árbol destinado a los aspirantes.
– ¿Soy la primera? –preguntó jadeando Paloma mientras se posaba en una rama haciendo que cayeran unas cuantas hojas.
– Y parece que la última –comentó Veloz.
– Bienvenida a la Prueba –empezó a hablar muy serio Volador –, una tradición antiquísima que hoy ha estado a punto de romperse… Puede presentarse si lo desea.
– Bueno, yo… Me llamo Paloma, y he venido desde muy lejos porque… me gustaría hacer que la Paz reine de nuevo en el mundo.
– Como ve, superar la Prueba le va a resultar bastante sencillo… Pero... usted no es completamente blanca –observó Rayo –. ¿Puede darse un momento la vuelta, por favor? –Paloma obedeció –Tiene una mancha gris, ahí, en la cola…
– Pero es la única que tenemos así que… –Volador suspiró largamente y, como si le costara trabajo hacerlo, dijo –Admitida. Usted es la… Elegida.
Paloma no pudo contener su euforia. Gritó de alegría y ascendió rápidamente hasta el cielo para descender unos segundos más tarde. Abrazó a los estupefactos miembros del jurado, les agradeció el haberla elegido y se marchó.
Los Sabios no quedaron demasiado satisfechos…

Llegó el día de la Paz. Paloma acudió al Palomar a recoger la ramita de olivo que tendría que llevar en el pico. Allí los Sabios ya la estaban esperando.
– Buenos días, Paloma –saludó Volador –. ¿Está usted lista?
– ¡Por supuesto! –respondió ella llena de ánimo.
– Aquí tiene –Volador le entregó la ramita que ella se puso enseguida en el pico –. ¡Mucha suerte! –“La necesitará”, pensó.
– ¡Allá voy!
Acabadas estas palabras Paloma echó a volar, dispuesta a cumplir su misión. No tenía miedo. No sentía pánico. Sólo pensaba en su objetivo: traer la Paz. Paloma iba mirando hacia abajo para ver, semitapado por las nubes, un campo, una ciudad, un bosque, todo un océano… Pero hubo un momento en el que empezó a ver algo completamente diferente: veía fuego, destrucción, caos, muerte… Era la guerra. La primera vez que veía algo así… No se había entrenado para eso. El batir animado de sus alas se ralentizó de súbito, y a medida que iba avanzando se sentía más cansada, sin fuerzas… “Por la Paz… Has de seguir… por la Paz…”, pensaba.
En una última ola de esperanza, arrojó la ramita de olivo al vacío, con la vaga esperanza de que pasaría algo, pero la vio desaparecer entre las llamas que salían de un coche destrozado.
No podía mirar más. Decidió dar la vuelta… Volver al Palomar… Pedir ayuda a los Sabios…

Que hubiese llegado viva al Palomar había sido un milagro. Tanta guerra casi había acabado con ella. Cuando los Sabios la vieron llegar volando sin energías, volaron raudos hacia ella. Antes de perder el conocimiento, Paloma murmuró:
– Tengo la solución…
Cuando Paloma despertó vio las tres cabezas de los Sabios inclinadas sobre ella. Aún estaba en el Palomar. Al verla abrir los ojos, Rayo murmuró:
– Un milagro…
Paloma se levantó de golpe y preguntó:
– ¿Dónde está el olivo del que sacan las ramitas cada año?
Los Sabios, a pesar de no entender, se lo dijeron.
–Tenéis que construir una bolsa grande que me pueda colgar –gritó Paloma ya desde lejos mientras se dirigía al Olivo.
– Pero, ¿cómo? –preguntó Veloz.
– Con hojas, ramas, ¡lo que sea!
– Vamos, manos a la obra –apremió Volador. Presentía que esa paloma iba a hacer algo grande…
Paloma arrancó muchísimas ramas pequeñas del Olivo, un árbol muy anciano con el tronco muy nudoso y que tenía una parte marchita a causa de la guerra. Hizo un montón con todas ellas y volvió con los Sabios para ver cómo iban con la bolsa.
– Esto es todo lo que tenemos –dijeron los tres mostrando una bolsa hecha con muchas ramas entrelazadas como si fuera mimbre y con tres ramas largas enrolladas a modo de asa.
– Servirá –aprobó Paloma. Se la llevó y metió en ella todas las ramitas del montón que cabían y se colocó varias en el pico.
Sin decir nada, porque no podía, Paloma se despidió levantando un ala y se fue volando.

– ¡Suerte…! –gritaron Volador y Rayo.
– Está loca… –murmuró Veloz.
Los otros dos le miraron escépticos.
– Devolverá la Paz al mundo… La Paz que tanto necesita…

Paloma volaba con fuerza. Pensaba en la Paz. Traería la Paz al mundo… Tenía que hacerlo, si no… ¿Qué sería de él?
Pasó por la primera ciudad y dejó caer una ramita de olivo de su pico. Y así lo hizo en cada ciudad, en cada pueblo, en cada país… Arrojaba una ramita de olivo para que el mundo recordase lo que era la Paz, que recapacitara…
Cuando se le acabaron las ramas, tiró la bolsa y regresó al Palomar, donde los Sabios la esperaban ansiosos. Estaba muy satisfecha de sí misma, pero se sentía exhausta… Allí llegó y ni siquiera aterrizó; se empotró contra el suelo. Los veteranos palomos se acercaron a ella.
– He traído… la… Paz… –musitó con voz débil.
Y así, los tres Sabios contemplaron cómo Paloma moría a causa del ingente esfuerzo que había realizado. Ninguno pudo contener las lágrimas de tristeza.
La enterraron junto al Olivo. No dijeron a nadie nada de lo ocurrido.

En los años posteriores se pudo comprobar que la muerte de Paloma no había sido en vano. Las guerras eran cada vez más tenues hasta quedar reducidas a la nada, y la Paz volvía a reinar en el mundo. Los hombres habían recapacitado.
La Prueba volvió a ser lo que era. Cuando las palomas se dieron cuenta de que el mundo era cada vez más pacífico, volvieron a presentarse al Palomar año tras año.
El recuerdo que había dejado Paloma en la mente de los Sabios fue imborrable, y así siguió hasta el fin de sus días.
Ya no había guerra, la Paz había regresado y comenzaban de nuevo los buenos tiempos.

-Fin-


¡Feliz día de la Paz!

domingo, enero 28, 2007

Desafortunado "Doble"

Empecé el día con ánimo. El partido del campeonato era a la 1, y a la 1 menos diez me llama el capitán del equipo para decirme que si puedo estar en La Elipa a las 3 para jugar porque un chico se ha lesionado.
Empieza el primer partido. La superficie de la pista es diferente a la de ayer, y la bola bota menos. Además, Jose María (así se llama mi contrincante), jugaba muy bien.
El partido acaba 6-0 y 6-1. Hice todo lo que pude.
Llegamos a las 3 en punto a La Elipa, pero tengo que esperar. 1 hora y cuarto de espera, metido en un cuartucho sin calefacción. Al fin, empiezo a jugar. Pero esta vez juego como CADETE. El chico también jugaba muy bien, yo también hice todo lo que pude y perdí de nuevo 6-2 y 6-3.
En total, y para que quedase bonito, mis resultados de hoy han sido 6-0, 6-1, 6-2 y 6-3.
Olé.

sábado, enero 27, 2007

La primera del año

¡Victoria! La primera del año. En el torneo de Majadahonda he estrenado las victorias por primera vez este año. Ha sido contra un chico llamado Carlos. Hemos quedado 7-6 (7-4 en el tie-break) y 6-3. Ha sido un partido muy interesante.
Al principio fue un poco difícil porque la bola botaba muchísimo, pero logré acostumbrarme rápido (cosa que en otros partidos conseguí demasiado tarde). En el primero fui 5-4 en contra pero conseguí llegar al tie-break y ganarlo. Y en el segundo conseguí coger una ventaja de 4-1, nos pusimos 4-3 y yo gané los dos juegos consecutivos.
Al terminar el partido, nos dimos la mano y Carlos me dijo "Bien jugado, tienes un saque tremendo".
Espero poder pasar la tercera ronda (la primera la pasé automáticamente y esta era la segunda)...
Por cierto, antes de empezar a jugar me encontré con un chico de Equelite. Un viejo compañero...

El cuento de la cebolla

"En un país oriental, donde ocurren tantas cosas bellas y se sueña despierto, había un huerto que hacía las delicias de vecinos y extraños.
Las cebollas son hortalizas muy apreciadas por el hombre a causa de las múltiples aplicaciones que tienen para hacer más agradable la vida. Ellas, sencillas y humildes, guardan el secreto en su corazón.

Las cebollas, acompañadas de otras hortalizas frondosas y frescas, crecían en el huerto donde los árboles frutales, con sus frutos limpios y coloreados abrían el apetito al más austero penitente. Las plantas que crecían espontáneamente tapizaban el huerto, al tiempo que conservaban su frescor. Los pájaros con sus trinos ponían la nota-clave para completar la armonía del huerto.
Inesperadamente empezaron a nacer cebollas especiales, cada una de un color, de un brillo y de unas irradiaciones propias.
Ante tan extraño cambio de las cebollas, los investigadores se interesaron por descubrir el secreto; y sus constantes trabajos dieron con él. Cada cebolla tenía en su corazón una piedra preciosa, causa de sus vistosos y radiantes colores.
No se aceptó esta coquetería de las cebollas. Se especuló con la inadecuación, la presunción, la vergüenza de salirse del común de las cebollas y hasta con diversos peligros.

Las espléndidas cebollas tuvieron que renunciar a su vistosa ornamentación.
Pasó por allí un sabio, sería un ecologista, que entendía muy bien el lenguaje de las cebollas y dialogó con ellas. A todas les hacía la misma pregunta.

- ¿Por qué ocultas bajo tantas capas lo más bello de tu ser?
- Me han obligado a este rigor. Empecé a echar una capa, no parecía suficiente, eché la segunda, todavía no estaba segura, eché la tercera, me
pareció eficaz el procedimiento y así fui superponiendo capas.

Algunas cebollas, las más tímidas, llegaron a cubrir su corazón hasta con diez capas. Casi habían perdido la memoria de su aspecto primitivo.
El ecologista se echó a llorar. La gente pensó que llorar ante una cebolla a quien descubrimos el corazón es de una sensibilidad laudable.
Así continuaremos los hombres, dejando caer las perlas de nuestros ojos ante las cebollas, cuando separemos sus protectoras capas. "






De este cuento (que no he escrito yo) creo que todos podríamos sacar una moraleja. No hace falta que os lo explique, ¿verdad?

sábado, enero 20, 2007

Hallelujah - Rufus Wainwright

I’ve heard there was a secret chord
That David played and it pleased the Lord
But you don’t really care for music do you?

It goes like this, the fourth, the fifth
The minor fall, the major lift
The baffled King composing Hallelujah

Hallelujah, hallelujah
Hallelujah, hallelujah

Your faith was strong but you needed proof
You saw her bathing on the roof
Her beauty in the moonlight overthrew you

She tied you to a kitchen chair
She broke your throne, and she cut your hair
And from your lips she drew the hallelujah

Hallelujah, hallelujah
Hallelujah, hallelujah

Maybe I’ve been here before
I know this room, I’ve walked this floor
I used to live alone before I knew you

I’ve seen your flag on the marble arch
Love is not a victory march
It’s a cold and it’s a broken hallelujah

Hallelujah, hallelujah
Hallelujah, hallelujah

There was a time when you let me know
What’s real and going on below
But now you never show it to me, do you?

And remember when I moved in you
The Holy Dark was moving too
And every breath we drew was hallelujah

Hallelujah, hallelujah
Hallelujah, hallelujah

Maybe there’s a God above
And all I ever learned from love
Was how to shoot at someone who outdrew you

And it’s not a cry you can hear at night
It’s not somebody who’s seen the light
It’s a cold and it’s a broken hallelujah

Hallelujah, hallelujah
Hallelujah, hallelujah

Hallelujah, hallelujah
Hallelujah, hallelujah

domingo, enero 07, 2007

Retiro

Un cuadro que pinté del estanque del retiro. ¿Y bien...?


Reyes

Fue una bastante sosa cabalgata después de haber visto XXL sin ni siquiera fuegos artificiales que la culminasen. Un buen trozo de roscón en casa y esperar a que llegase la mañana del día 6. Y amanecí con dos libros más (El verano de los abalones, de John Dowd, y Café solo, de Andrea Ferrari), una colonia y unas lentillas. Tachán.

lunes, diciembre 25, 2006

Feliz Navidad

Ya ha llegado la Navidad, tan puntual como siempre. La cena de nochebuena fue una cena copiosa, como manda la tradición (lo mandaba, ¿no?). Y después de oír cantar a Raphael con su hijo y con Fangoria y con Chenoa, yo no aguantaba más y me fui a dormir. Por la mañana ¡oh, magia! Mágicamente habían aparecido un MP3, un libro de Gisbert (La mansión de los abismos) y un libro en blanco para mí. Como yo esperaba.
Y a vosotros, ¿qué os han regalado?

Un belén

Este es un cuadro que pinté para Miriam como regalo de Navidad. Muy navideño. ¿Os gusta?


domingo, diciembre 10, 2006

Unos cuantos poemas más (algunos muy antiguos)

Ha pasado tanto tiempo
y tan poco me ha parecido...
Ocho meses han transcurrido.
Será por eso que siento.

Ese amor profundo y verdadero,
ese, el que no paro de escribir,
ese, el que me hace decir
tantas veces "te quiero".

Ese amor que me ha cambiado la vida,
el que a veces me ha decepcionado,
ese, el que también ha provocado
que mi vida se torne poesía.

Jaime Cano
16-10-06


Ahora mismo me he quedado sin palabras,
tu amor me ha borrado los pensamientos
dejándolos reducidos a la nada.

Parece que se ha parado el tiempo
entre nosotros, ahora los susurros suenan más fuertes,
ahora oigo que hasta el viento
me recuerda que me quieres.

¡Vente!
ahora que ha desaparecido
toda la gente.
¡Ven, vente conmigo!
¡Vente conmigo a volar
más arriba de las nubes, rozando las estrellas!
Ven, que quiero ver lo bella
que eres. Vente,
que te quiero besar.

Jaime Cano
2-11-06


Todo está difuminado,
no veo nada con claridad.
Me veo tumbado en un prado
en un lecho de flores y paz.
Estoy tranquilo, relajado,
y oigo pisadas atrás.
Eres tú, apareciendo a mi lado,
guapa, hermosa, sonriendo sin parar.
Tienes flores rojas en tu mano,
y te veo los pétalos arrancar
sentada conmigo, en el prado.
Todos dicen la verdad:
que te quiero, que estoy enamorado.
Lanzas al aire las flores, formando una tempestad
de pétalos desordenados.
Entonces me miras y te acercas un poco más.
Mientras crecen las flores en el campo.
Ya estás muy cerca, yo estoy emocionado,
no me creo lo que va a pasar.
Entonces dejo los ojos cerrados
y cuando tus labios me empiezan a tocar
¡oh, no, me he despertado!
Todo era un sueño, nada era real,
pero ojalá todo hubiera pasado.
Espera, creo que ha pasado ya.

Jaime Cano
16-11-06


Duele el tener que pensar
que ya no estás a mi lado.
Duele estar enamorado
y no poderte mirar.

Pero me alegra saber
que a pesar de no estar juntos
peleamos contra el mundo
para podernos querer.

Pienso en ti noche y día.
Vuelves a ser tú, de nuevo,
la que me dice “te quiero”
entre versos y poesías.

Jaime Cano
3-12-06


Por entonces me hallaba yo perdido
y fuiste tú quien me tendió la mano.
Fuiste tú quien me ayudó, y no en vano,
pues mira todo lo que ha ocurrido.

Ya casi diez meses han transcurrido,
que parecen menos, pero han pasado.
En estos diez meses tú me has besado
y en mil sueños tú te has aparecido.

Es tan grande el amor que nos tenemos…
Yo soy tan feliz porque nos queremos…
¿Sabías que esto pasaría así?

Ojalá que dure diez meses más,
que nos amemos por siempre jamás
y que siga escribiendo para ti.

Jaime Cano
4-12-06


Nada
tiene sentido sin ti.
Nada
me importa si no estás aquí,
a mi lado.
Nada
me importa más que estar enamorado.
Nada
es más bonito que tú,
ni una noche de luna, ni del cielo el azul.
Nada
es más grande que este amor,
ni una montaña, ni un océano, ni el sol.
Nadie
te quiere más que yo.

Jaime Cano
10-12-06


Estás en mis sueños, en mi corazón,
y en mi cabeza constantemente.
Has empapado completamente
de ti mi alma y mi razón.

Eres la dueña de mis pensamientos
y el ama de todo mi ser.
Eres la que me ha hecho entender
que el amor no es un tormento.

Eres mi reina, mi emperatriz,
tú tienes esclava a mi alma.
Eres tú, quien cuando habla,
me recuerda lo que es ser feliz.

Jaime Cano
10-12-06

sábado, diciembre 02, 2006

Un buen día para el deporte español (o por lo menos para mí)

Hoy por la mañana me he ido con Eva a la piscina del M-86 para nadar en el "Madrid Olímpico". La piscina era impresionante, aunque con mi 6,5 de miopía no la pude apreciar en todo su esplendor. No quedé en buena posición, porque al dar la vuelta me resbalé con la pared y perdí posiciones (iba tercero). Pero me fui de allí satisfecho y con una sonrisa en la cara. Gracias por todo, Eva, y felicidades a ti y a tu hermano.
Después me fui a la Elipa para jugar el partido del club. Tuvimos que esperar hora y media hasta que terminara alguien porque no había más pistas, y cuando entré eran las 3 y cuarto, con sólo un cachito de bocadillo en el cuerpo. Empecé muy bien, y gané 6-4 el primer set. Pero en el segundo empecé a notar un poco más el cansancio. Iba perdiendo 5-3, y remonté hasta igualar a 5. Me ganó el saque, 6-5, y yo le gané el suyo, 6-6, tie-break. Tras casi 2 horas de juego, gané el tie-break.
Luego el bocadillo me duró 2 minutos.

lunes, noviembre 27, 2006

¿Fueron dos días o una noche inolvidables?

Con el odioso pitido de siempre, el reloj digital de María indicaba que eran las siete y cuarto: la hora de empezar un nuevo día. Refunfuñando lo apagó, encendió una luz y se levantó.
Tres cuartos de hora después estaba en la calle con su amiga Sara. Las dos se dirigían hacia el instituto. Era una fría mañana a mediados de noviembre, el cielo estaba totalmente cubierto por unas plomizas nubes y sus respiraciones producían nubecillas de vapor. Las dos chicas de trece años eran amigas desde hacía mucho tiempo, casi desde el primer día que se vieron en el colegio. Desde entonces nunca habían estado separadas… hasta ese año. Segundo de la ESO fue el primer curso desde que se conocieron en el que estuvieron separadas. Aunque se seguían viendo en los recreos y algunos días al ir y al volver del instituto –los padres de Sara estaban separados, por lo que no siempre iban juntas –, ya no era lo mismo.
Cuando María se separó de su amiga y entró en su clase, todavía no había mucha gente. Se sentó en su sitio en la última fila y empezó a sacar los libros de la primera asignatura: matemáticas, para ella la más aburrida de todas.
A los pocos minutos entró el profesor. Ya casi toda la clase estaba en su sitio. Detrás de él, para gran sorpresa de todos, venía el director, y con él un chico nuevo, lo que provocó un aumento del volumen del murmullo general.
–Buenos días, chicos –saludó primero el profesor de matemáticas.
–Buenos días –contestaron con aire lento y aburrido todos los alumnos al unísono.
–El director os quiere decir algo.
El aludido le hizo un gesto con la cabeza de agradecimiento por haberle dado el turno de palabra.
–Buenos días a todos –esta vez no hubo respuesta por parte de los alumnos. –Como veis, ha venido un nuevo alumno. Se llama Juan. Tenéis que tratarlo bien e intentar ser sus amigos para que se integre bien en la clase, ¿de acuerdo? Bueno, que tengáis una buena mañana. Adiós, chicos –acto seguido salió de la clase.
María se había quedado impresionada al verle. Había visto a un montón de chicos nuevos incorporándose a su clase otros cursos, y éstos siempre se removían inquietos o se miraban los zapatos durante esas primeras presentaciones del director. En cambio, él se había mantenido sereno y relajado, mirando de vez en cuando a sus compañeros, uno a uno… Y, sin que ella se diese cuenta, Juan se detuvo un poco más mirando a María.
El profesor le presentó a toda la clase y le asignó un sitio, muy cerca de María, que se sonrojó un poco cuando él se sentó. Entonces el profesor empezó al fin con su materia haciéndole un breve resumen de lo que habían dado hasta entonces. Mientras el profesor explicaba y escribía en la pizarra, Juan susurró a María:
–Hola. ¿Te llamabas María, no?
–Sí –María notó como, aunque sin ir más rápido, su corazón latía con más fuerza. Quizá por ser lo único que se le ocurría, preguntó: –. Oye, ¿por qué te has cambiado de colegio?
–Es que me he mudado de casa.
A María le hubiera encantado continuar con aquella conversación, pero el profesor les llamó la atención y ninguno de los dos volvió a hablar.
El día transcurrió con la misma rutina de siempre. A la vuelta, María iba sola. Hoy Sara se iba a casa de su madre. María iba con el MP3 encendido. De repente notó que alguien tiraba de su auricular izquierdo y decía:
–Hola otra vez.
Era Juan. María le miró sorprendida y, sin reprimir una sonrisa, dijo:
–Hola. –María volvió a experimentar la misma sensación que tuvo en clase – ¿Qué tal tu primer día?
–Muy bien. Me ha gustado mucho el colegio, los profesores… –Juan no sabía por qué, pero le dieron ganas de decir “y tú”. Sin embargo, se calló.
–Me alegro. Por cierto, ¿dónde vives?
–Voy por esta calle todo recto y luego giro a la derecha. Más o menos por donde hay una panadería.
– ¡Yo también vivo allí! Justo encima de la panadería.
–Pues vayamos juntos, entonces. –María estaba encantada con aquella proposición. Interiormente, deseaba estar al lado de Juan. Era algo muy raro.
Cuando llegaron a sus casas, acordaron en quedar por la mañana a las ocho en la panadería para ir juntos al instituto. María daba saltos de alegría en el ascensor. No sabía el porqué, pero tenía ganas de hacerlo. Juan en su ascensor simplemente no dejaba de sonreír.
A la mañana siguiente el reloj de María sonó a la misma hora de siempre con el mismo pitido de siempre. Pero esa mañana a María se le antojaba maravilloso. Bajó a la panadería diez minutos antes, no quería llegar tarde. A las ocho en punto apareció Juan. María notó que su corazón se aceleró mucho de repente, y se ordenó a sí misma que se calmase. No lo consiguió demasiado. Es más, cuando él la saludó, todavía fue a peor.
–Buenos días.
–Buenos días…
Empezaron a caminar juntos haciendo el recorrido inverso al de la tarde anterior. María le habló a Juan de su amiga, Sara, y le dijo que algunos días les acompañaría.
El día de clase transcurrió con monótona normalidad, aunque a María le llamaron varias veces la atención por no estar pendiente. Ella se quedaba en las nubes mirando a Juan mientras jugueteaba con el bolígrafo. Cuando él la miraba ella apartaba rápidamente la mirada.
Y tocó el timbre de salida. Al salir de la clase, María esperó a que Sara saliera de la suya para despedirse de ella y se acercó a Juan.
– ¿Nos vamos?
–Sí.
Hicieron el mismo recorrido, charlando, como siempre. Cuando les quedaban pocos metros para llegar a la panadería, Juan dijo sonriendo:
–Hoy estabas muy distraída, ¿eh?
–Sí… –a María le hizo gracia que precisamente Juan le hiciera esa pregunta.
– ¿Puedo preguntar por qué? –“¿O por quién”, se le ocurrió pensar. Algo sospechaba, y no estaba equivocado.
Entonces María se paró. No sabía qué contestarle. Porque si le dijera la verdad…
–Pues… –ya habían llegado a la panadería. Entonces Juan hizo algo que sorprendió bastante a María.
–Déjame que te lo diga yo.
Estaban los dos muy juntos, casi abrazados. Juan cerró suavemente los ojos de María con la mano.
– ¿Qué… haces? –María estaba muy confundida, aunque confiaba en Juan.
–Ssh… –Juan la abrazó con fuerza.
María empezó a sentir que el suelo se movía bajo sus pies y que una leve brisa agitaba su pelo, pero no podía ver nada con los ojos cerrados. Al abrirlos, no podía creer lo que estaba viendo. Toda la ciudad había desaparecido: la panadería, los edificios de diez plantas, la carretera, los coches, la gente… Sólo estaban ellos dos rodeados de campo, campo hasta donde alcanzaba la vista, cubierto completamente por hierba que el viento agitaba creando la apariencia de olas de mar. María se había quedado muda. ¿Cómo había hecho eso? De repente, algo empezó a crecer entre aquel océano verde: flores, de todos los colores, formas, aromas, tamaños y tipos, por todas partes. En pocos segundos, todas las plantas ya habían florecido completamente, y el acelerado crecimiento frenó, dejando el campo cubierto de una alfombra de flores. Parecía primavera.
María, muy impresionada, musitó:
– ¿Qué… has… hecho?
Sin decir nada, como si no la hubiera oído, Juan se agachó cogiendo un pequeño cardo que había en el suelo. Lo cogió entre los dedos pulgar e índice y apretó hasta lograr que una gota de sangre resbalara por su dedo pulgar. El cardo, al contacto con la sangre, se transformó de abajo a arriba en una rosa grande y hermosa de color rojo. Las pequeñas heridas desaparecieron de sus dedos. Acto seguido se la ofreció a María.
En ella todas las dudas y vacilaciones habían desaparecido ya. La cogió y como un rayo se lanzó sobre Juan, abrazándole, y… besándole. Juan no se opuso, claro. Mientras se abrazaban, María apretaba con fuerza la flor, deshojando sus pétalos, que volaban en el aire… Entonces, se pinchó, y…

María se despertó de repente en su cama. Todo aquello había sido un sueño. Pero parecía tan real… María notó algo en su mano. Tenía agarrados unos cuantos pétalos de rosa. Pero entonces… ¿qué había sido aquello? ¿Habían sido dos días… o una noche inolvidables?

A la mañana siguiente, una vez más sonó el reloj de María. Como siempre, bajó y fue con Sara al instituto. Se separaron, y María se sentó en su sitio. Pero el profesor de matemáticas no entró solo. El director le seguía, y con él…
–Buenos días, chicos. Este es vuestro nuevo compañero. Se llama –a María se le paró el corazón. No podía ser… – Juan.
Una extraña mirada se intercambió entre ellos dos.

domingo, noviembre 26, 2006

Cuento cuentito cuento

Si queréis terminar de leer esta historia, pulsad aquí para descargarla. Os aviso, los nombres están cambiados.

martes, octubre 24, 2006

Cuento cuentito cuento - Capítulo 7

Mucho tiempo pasó desde aquel día.
Carlos había sido capturado por los piratas hace mucho tiempo. Descansaba tumbado en una maltrecha cama de paja.
Muchas veces se despertó y murmuró inconscientemente, pero aquel día por fin recuperó el sentido por completo. La curación de las heridas ya estaba bastante avanzada aunque punzadas de dolor recorrían de vez en cuando su cuerpo. Tenía vendas en la pierna y en la parte de la espalda donde le dispararon. Pensó que era muy extraño que unos hostiles piratas que atacaron su nave sin ningún motivo le acogiesen en su barco y le ofrecieran atención médica. Él nunca llegó a conocer que su hermano suplicó por su vida. A cambio, Juan recibió veinte latigazos en la espalda ante el gran regocijo de los piratas.
Cuando despertó tenía la boca seca y pidió un poco de agua. Siguió tumbado un buen rato sin hacer nada, hasta que un bucanero barbudo con cara de pocos amigos le acercó una jarra de cerveza gruñendo. Carlos se la bebió sin protestar. La cerveza estaba bastante amarga, pero le calmó un poco la sed. De repente reparó en que el crucifijo de su madre no estaba, que se lo habían robado los piratas. Era el único recuerdo que conservaba de ella… Entonces, triste, empezó a reflexionar sobre su situación: Pedro estaba… muerto; su perdido hermano estaba prisionero al igual que él en un barco pirata; él había estado ante las puertas de la muerte y Carla… Carla sencillamente no sabía nada de todo aquello.
La lástima, la angustia y la desolación se empezaron a apoderar de él y rompió a llorar, en silencio, pues era lo único que podía hacer para intentar desahogarse de sus penas.

sábado, octubre 21, 2006

Nuevos poemas (ahora también en inglés y francés)

¿Cómo sadré, amigo mío,
de la batalla del amor?
¿Saldré como vencedor
o como vencido?

Jaime Cano
20-9-06

¿Por qué es tan difícil amar?
Es como escalar
un Everest interminable,
como luchar contra el abominable
hombre de las nieves.
Aunque sé que tú me quieres
y eso me impulsa a luchar.

Jaime Cano
20-9-06

¿Cómo saber si me amas?
¿Cómo poder comprobarlo?
A ver... ¿Qué tal si me besas
y me dejas adivinarlo?

Jaime Cano
20-9-06

No hago más que pensar
en ti, de mi mente
no te puedo alejar.
Entonces, inevitablemente,
sólo te puedo amar.

Jaime Cano
20-9-06

Si no le dejas opción
a mi pobre corazón,
¿qué crees que yo puedo hacer?
Sólo amarte ciegamente,
pues el amor ciego no necesita ver.

Jaime Cano
20-9-06

¿Qué habría dicho hace mucho tiempo
si me hubieran dicho que estaría escribiendo
por las noches? ¡Qué tontería!
¿Yo, escribir una poesía?

Jaime Cano
20-9-06

-¡Doctor, doctor!
-¿Qué le pasa a usted, señor?
-Que creo que estoy muy enfermo.
-Pues a ver, cuénteme, a ver si es grave, leve o cuento.
-A veces me paralizo, se me traba la lengua al hablar,
y otras veces le noto a mi corazón parar.
-¿Y a qué cree usted que se debe?
-Creo que es una chica, pero que entre nosotros quede.
-Veamos, ¿cómo es esa chica si se puede saber?
-Pues es muy bella e inteligente a más no poder.
-Pues bien, ya he adivinado
lo que le causa el dolor.
-¡Pues corra y dígamelo, doctor!
-Usted está enamorado
y lo que sufre es amor.

Jaime Cano
20-9-06

Hay que ver lo que hace el amor:
mueve montañas, cambia de sitio al sol,
y dibuja en la luna
un te quiero y una flor.
Lo que hace el amor...
Hecho increíbles,
situaciones indecibles....
Todo eso es amor.
Tanto alegría como dolor.

Jaime Cano
20-9-06

Nunca había durado tanto
pues siete meses y siete días
hoy he contado.
Siete meses llevo
escribiendo poesías,
diciéndote "te quiero".
No sé cuánto va a durar,
pero lo que sí espero
es que siga mucho más.

Jaime Cano
21-9-06

No sé por qué te quiero tanto,
no sé por qué te amo así,
sólo sé que llevo escribiendo
desde el día de San Valentín.

Jaime Cano
21-9-06

El catorce de febrero
fue el principio, fue el primero
de los mensajes que te envié.
Y no lo olvidaré.

Jaime Cano
21-9-06

T onto fui al pensar
E n el final en muchos momentos.

Q uiero enmendar ese error.
U na poesía más no sé si sería lo mejor,
I ntento hacer otras cosas, cambiar,
E n vano, por supuesto.
R uego porque, apesar de la monotonía,
O lvides muy tarde esta poesía.

Jaime Cano
21-9-06

T razando más versos me encuentro
E scrutando para buscar nuevas palabras para decir lo mismo,

A sí que deseo no escribir algún absurdo ripio,
M uestra sería, pues, de que me sigues inspirando,
O lo que es lo mismo, que te sigo amando.

Jaime Cano
21-9-06

J'ai écris un poème
pour a très belle femme.
Elle est grande, elle est brune,
et elle a un visage comme la lune.
Elle est sur les nuages,
ils ont la forme de sa visage.
Tous les soirs je rêvé avec elle
et je dis: je t'aime!

Jaime Cano
5-10-06

Cuando siento que te beso,
aunque sea en un sueño,
es entonces cuando pienso:
¡ojalá sea cierto!

Jaime Cano
5-10-06

Je suis malade parce que je t'aime,
je suis très enamoreux de toi.
Tu es tous les soirs
dans mes rêves.

Jaime Cano
5-10-06

I can see you even the clouds,
I can't get you off my mind.
Everywhere I can find
you kissing my mouth.

Jaime Cano
6-10-06

I'm so crazy, I'm so mad,
because I love you. I can't stand
this feeling in my soul.
I need see you soon.

Jaime Cano
6-10-06

No sé cuál es el motivo
de nuestro amor,
sólo sé que es la causa del dolor
que he sufrido
en este tiempo.
También de la alegría
que me producía
el verte cada mañana.
Tanto yo te amaba
y tanto me querías
que no podía estar a tu lado.
Pero estábamos enamorados.

Jaime Cano
12-10-06

K eeping that words deep in my soul
I can't avoid cry a bit more.
S orry, because I couldn't speak with you.
S orry, because I'm stupid, I know.

M aybe I'll never do it.
E luding all the chances.

A re all the oportunities lost?
G ood things will come back once more?
A sking me this questions, I only think about this.
I can't live without you, without your smile,
N othing of myself make sense without your kiss.

Jaime Cano
15-10-06

Eight months ago
began our love.
Eight months, that's too much time,
but, for me, that's like a while!

Jaime Cano
15-10-06

Llevaba mucho tiempo
esperando,
llevaba mucho tiempo
soñando,
puede que lleve demasiado
tiempo enamorado.

Jaime Cano
16-10-06